sábado, 2 de marzo de 2013

¿Generación perdida?


No doy crédito para definir, describir y valorar las cifras y datos de enero de desempleo de la Unión Europea publicadas por parte del Eurostat. La oficina de estadística de la Comisión Europea establece, a fecha de enero de 2013, que la cifra de paro juvenil  español asciende a un  porcentaje del  55,5% de la población (menores de 25 años), además de fijar la tasa de paro general masculina en un 25,9% y en un 26,7% la tasa de paro general femenina.

Estos datos vienen a corroborar y empeorar las cifras publicadas por la EPA (Encuesta de población activa) a finales de 2012, que fijaba la tasa de paro juvenil española en un 55,13%, superando en 6 puntos porcentuales la publicada a finales de 2011, lo que se traduce en 46.000 más de jóvenes sin empleo en 2012, siendo el montante total de 930.200 jóvenes españoles. Los datos son incontestables, la crisis económica está teniendo un impacto descomunal sobre  la juventud española a nivel laboral, paradójico cuanto menos, ya que se trata de la generación más formada y cualificada.

La reflexión que quería exponer es la siguiente y viene a desembocar en una idea: el mejor indicador de recuperación económica es la creación de empleo, única y exclusivamente ese indicador, no lo es el cumplimiento del déficit impuesto por la UE, ni el cumplimiento de las directrices de la UE sobre saneamiento de los bancos españoles, ni los datos de exportaciones e importaciones, indicadores que últimamente se están proclamando a los cuatro vientos como factores de recuperación económica.

La legitimación política reside en la representación que los gobernantes tienen sobre el agente social sobre el cual recae la soberanía popular, los ciudadanos, y son ellos, jóvenes, adultos, mujeres u hombres los que se ven afectados,  por una crisis económica que aunque sea de gran alcance y traiga sus causas en parte nacionales y en parte internacionales, tiene cierta justificación puesta en la gestión que hizo y hace de ella en la actualidad la administración, es ella la que tiene los medios para revertir la situación.

Es cuestión de prioridades, la prioridad son las personas a las que representas, y sí estamos sujetos a las imposiciones de la UE, habrá que aminorar el impacto o consecuencia de tener que rebajar el déficit o al menos negociar que rebajen las exigencias y flexibilicen el objetivo, porque no es solo la imposibilidad de encontrar empleo lo que asfixia a las personas, es ver que todo va en aumento, precios, impuestos etc….

El dato de desempleo no es solo una cifra que se enmarca o engloba dentro de un cúmulo o conjunto de datos que sirven de orientación para entender cómo se desarrolla y desenvuelve la economía española, sino que es la principal lacra de la sociedad. 

Por ello es urgente y se demanda una solución, que provoque un cambio, que incite a la esperanza. Se necesita y pronto.

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